¿Se imaginan un musico ecuatoriano actuando en un restaurante de Chicago?
¡Pues hoy me encontré con esa grata sorpresa!
Escuchar música en vivo evoca un encuentro cultural único y enriquecedor. La combinación de la rica diversidad musical ecuatoriana en un lugar lejano proporciona un sentimiento especial.
Ver a Emilio Bonilla, músico ecuatoriano, interpretando en panadería Cuenca (mientras me deleitaba de un Morocho con pan) fue gratificante por tener la posibilidad de disfrutar de géneros como la música andina, pasillos, sanjuanitos o incluso fusiones contemporáneas.
Emilio, el artista, me cuenta que es de Quito, llegó a este país hace no mucho tiempo, tiene muchos años de dedicación y es apasionado por la música. Entre platica y platica coincidimos que la música tiene la capacidad de trascender barreras culturales, conectando a las personas a través de las emociones y la expresión artística.
Además, la posibilidad de disfrutar de esta actuación en un entorno gastronómico agregó otra capa a la experiencia. Tomando Morochito al estilo cuencano y la atmósfera del restaurante crea un ambiente acogedor y festivo por estar próximos a terminar el año 2023. No había muchos comensales a la hora que yo fui, pero hubiera sido genial ver más gente ecuatoriana y otras nacionalidades.
Pare terminar del contarles, presenciar a un artista músico ecuatoriano en un restaurante de Chicago es una experiencia excelente y enriquecedora especialmente en estas fechas que uno extraña más a nuestro país. La música, con sus raíces profundas y su capacidad para unir a las personas, junto con la oferta gastronómica del restaurante deja una impresión duradera en quienes tienen la suerte de vivirlo.
Panadería Cuenca:
4229 W Montrose Ave, Chicago, IL 60641